Beneficios de los planes de sucesión
Los planes de sucesión y carrera
requieren de inversión en recursos tecnológicos, humanos, financieros y de
tiempo; no obstante, sus beneficios y retorno compensan con creces dicha
inversión.
En primer lugar, se genera el
efecto “cantera” o reserva de talento, mediante el cual se dispone de
reemplazos inmediatos cuando la empresa los necesita. Con eso se mejora el
rendimiento de la empresa al contar de manera permanente con colaboradores
preparados para ocupar puestos de mayor nivel.
Si una empresa, por ejemplo, posee 20 o más agencias o sucursales, es de esperar que requiera, en varias ocasiones a lo largo del año, nuevos gerentes u otros puestos de relevancia dentro de este colectivo de personas. Justo ante esa necesidad, puede colocar dentro de su estructura a los empleados que ha venido preparando en su “cantera”.
Los planes de retención
disminuyen significativamente los gastos de rotación de personal (altas y bajas
de empleados). Los empleados que se retiran se llevan consigo toda la inversión
en su formación, su “know how” y su desarrollo. A la vez, contratar un nuevo
empleado también requiere de costos de selección, inducción, formación, etc.
En segundo lugar, las empresas
con planes de sucesión y carrera se vuelven más atractivas. Ofrecer carrera es
un elemento de gran importancia a la hora de atraer a los mejores candidatos en
el mercado.
Un tercer beneficio es que se
incrementa su capacidad de retener talento. Las empresas que proveen
oportunidades de desarrollo a sus trabajadores evitan, con esto, que cuando
busquen un cambio en su trabajo lo hagan fuera de la organización.
Otro beneficio importante es la
mejora del clima laboral de la empresa. Las personas que trabajan en
organizaciones que poseen planes de sucesión y carrera se sienten mejor y más
seguras. Se genera motivación de logro y relaciones ganar-ganar con la empresa.
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